Parece que fue ayer cuando Pere Pí daba forma a lo que sería la primera bicicleta Monty, la Montesita T-15. Una bicicleta que, junto a sus predecesoras, revolucionaría el mundo del deporte.
Sucedía en 1983, en un pequeño local de 330 m2 en Esplugues de Llobregat, Barcelona. Por aquel entonces estaba todo por hacer.
No hablamos de bicicletas, hablamos de Monty, y eso es precioso.
En los años 90 y después de una fuerte consolidación, se empezó a ampliar la gama de bicicletas. Al fin y al cabo, el objetivo siempre ha sido que todo el mundo pueda disfrutar de una Monty.
Monty ha incorporado los primeros frenos hidráulicos en una bicicleta de trial, fueron pioneros en incorporar al mercado nacional la bicicleta eléctrica, presentaron el primer modelo sin sillín, incorporaron el piñón delantero, el protrector dentado, desarrollaron la primera bicicleta de trial con un cuadro 100% de carbono y la primera con cuadro de aluminio monocasco. Han sido vanguardistas de la innovación y pretendemos seguir siéndolo.
Porque si evolucionamos, el deporte lo hace con nosotros.