El ciclismo es un deporte para el que hay que tener mucha fuerza de voluntad y sacrificio. Sin duda es un deporte que puede resultar bastante duro. En la práctica del ciclismo es normal que puedan llegar a aparezcan dolores y molestias. ¿Cuáles son los más comunes?
Los dolores y molestias más comunes en el ciclista
Cuando se aumenta la frecuencia de salidas y se hacen rutas más exigentes, es normal que puedan aparecer dolores de rodilla, especialmente cuando en las rutas se incluyen muchas subidas o más de las subidas a las que estamos acostumbrados. En esta clase de salidas más largas y con un mayor nivel de exigencia, también puede sentirse un ligero adormecimiento de manos y pies de forma puntual.
Si se pedalea durante bastante tiempo agachado en la parte delantera del sillín, se puede notar un adormecimiento genital ligero pero que puede resultar molesto, aunque esto se elimina cuando se cambia de posición.
Los dolores en la parte trasera de la rodilla también pueden producirse cuando vamos sobre las dos ruedas. Normalmente, esto se debe a que el sillín está muy alto o demasiado retrasado con respecto al eje de los pedales. Al igual que en el caso anterior, con una correcta posición se evitarán esta clase de molestias.
Si aparece dolor en el cuello, es posible que se esté demasiado lejos del manillar y que los brazos estén más tensos. La tensión generada puede transferirse hasta el cuello, siendo la razón de esta molestia. Para evitarlo, hay que cambiar la postura sobre la bicicleta.
El dolor de espalda es de los más comunes y la razón es porque esta zona del cuerpo es la que más nota las molestias cuando se adopta una mala postura. Es importante adquirir buenos y correctos hábitos posturales para evitar problemas más adelante. Si es necesario, se debe consultar con un profesional.